Si has decidido adquirir un vehículo usado, es bueno que, para hacer una compra segura, tomes algunas precauciones y pongas atención en detalles relevantes a lo largo del proceso.
A continuación, te compartimos algunos consejos que te pueden servir, según el momento en el que te encuentres, ya sea la búsqueda, la revisión de los antecedentes del auto, la negociación o transferencia.
Identifica el auto que deseas y necesitas, y determina cuánto es el monto máximo que puedes pagar. Al momento de iniciar la búsqueda, te recomendamos que estés atento a lo siguiente:
Revisa que el o los autos que te interesan estén dentro del valor de mercado, para que no corras el riesgo de pagar sobreprecios o que te estén vendiendo un auto demasiado barato, de procedencia ilícita o que haya sido chocado y reparado.
En el mercado de los autos usados hay para todos los gustos. Hay modelos con buen diseño, pero con elementos muy básicos en términos de seguridad (poco o nada de airbags o sin frenos ABS). Hay modelos de marcas tradicionales, quizás no tan modernos, pero mejor equipados.
Si buscas rendimiento y economía de combustible, va a ser bueno que te enfoques en el motor, la cilindrada y en el consumo del auto en ciudad, carretera y mixto. El porte del auto también tiene mucho que decir si de gastos se trata, pues un auto grande necesita consumir más combustible que uno más pequeño.
Quizás necesitas un auto para trabajar, entonces puede que en ese caso priorices un diseño espacioso y un motor más potente.
Teniendo plena conciencia del precio, tipo de auto y características, podrás facilitar tu filtro en la búsqueda.
Ya pasaste la primera parte de tu viaje de búsqueda y encontraste el o los autos que te interesan. Ahora es tiempo de que revises sus antecedentes legales y mecánicos, los que puedes encontrar en el reporte unificado que entrega el Informe Autofact.
Esta parte es crucial para resguardar tu seguridad y tu inversión, por lo que, a continuación, te detallaremos todos los datos en los que debes poner atención:
Revisa los datos de inscripción del vehículo: Patente completa (con dígito verificador), número VIN, número de motor, año de fabricación, país de origen, modelo y versión.
Revisa quién es el actual dueño del auto y si ha tenido muchos propietarios en el pasado. Esto te dará seguridad en tres aspectos:
Si compras un auto con multas de tránsito anotadas a la patente al momento de la transferencia, deberás asumir la responsabilidad del pago y la solución de esas infracciones.
Por otro lado, si compras un auto con multas que aún están en los JPL, estas faltas pueden llegar a anotarse a la patente en los días en que estás haciendo la negociación.
En el Informe Autofact podrás conocer todo el historial de multas anotadas y no anotadas de un auto, sus multas TAG y pasadas pendientes de pago en autopistas concesionadas.
Debes saber que hay vehículos que a veces acumulan tantas multas, especialmente multas TAG, que la suma de sus valores iguala o supera el costo del mismo vehículo.
Es bueno que sepas si el vehículo tiene contrato TAG y con qué autopista y si está al día con sus boletas. Si bien este contrato es entre el dueño original y la empresa concesionaria, si este no ha pagado sus cuentas por dos o más meses, puede pasar a generar multas TAG que a la larga se pueden terminar anotando a la patente.
Otro aspecto sensible es que te cerciores de la procedencia legal de auto o moto, pues hay mucho vehículo robado o clonado en el mercado negro.
Solo en 2023, de acuerdo con las Cifras de Carabineros de Chile, hubo 48.074 vehículos con encargo por robo, de los cuales, solo 25.860 fueron registrados como encontrados al momento de la emisión de la cuenta pública oficial de esta institución.
Debes asegurarte de que el vehículo está en condiciones de ser transferido a tu nombre. Para esto, no debe estar en las siguientes situaciones:
La Ley de Tránsito ordena el cumplimiento de requisitos en trámites y documentos anuales para poder circular de forma legal, por lo tanto, al comprar un auto, es recomendable que estos ítems estén al día si no quieres asumir el costo de la regularización.
En este punto, es bueno que chequees los siguientes aspectos:
Que el kilometraje declarado por el vendedor coincida con el kilometraje anotado cuando le hicieron la revisión técnica. Hay quienes intervienen el odómetro del vehículo para eliminar kilometraje, ocultando indicios de desgaste, para así venderlo más caro.
Pasa bastante que hay quienes compran autos rematados por pérdida total tras siniestros de tránsito, les hacen algunas reparaciones y mejoras estéticas para luego ponerlos en venta. El problema de un auto que vio comprometido más del 70% de su chasis y carrocería en un choque es que es complicado que quede bueno tras una pasada por el taller, por lo que te traerá más de un problema en el futuro.
En la revisión de un auto, se hace un chequeo de distintos puntos del auto. Los más sensibles son el motor y los frenos, por lo que es bueno que revises si el auto ha presentado rechazos en la revisión y si los problemas que ocasionaron dicho rechazo fueron subsanados.
Es bueno que sepas cuánto gasta el auto, si su motor es rendidor o si te hará desembolsar mucha plata al mes. Revisa el motor y su rendimiento en distintas condiciones (ciudad, carretera y mixto).
Revisa si el vehículo tuvo algún cambio de motor, cambio de uso, o le modificaron el color u otras características.
Casi nadie pone atención en este detalle, pero en realidad es bien importante. Pasa que, cuando las marcas detectan que una partida de un modelo presenta fallas en frenos, en el sistema eléctrico, en el motor o en cualquier otra pieza del vehículo, hace un recall o llamado a revisión para que el vehículo sea reparado en el concesionario oficial.
Estas fallas a veces pueden parecer problemas menores y no manifiestan síntomas en los primeros años, pero pueden convertirse en un peligro en la medida que el vehículo adquiere antigüedad y desgaste. Por esa razón, te aconsejamos que averigües si el auto o moto tiene recalls.
¿Qué tiene que ver la Tía Rica con el estado físico o mecánico de un auto? Bueno, ocurre que los autos que son rematados por la Dirección General de Crédito Prendario (Dicrep), conocida también como la Tía Rica, han pasado largos periodos en centros de acopio vehicular, muchas veces a la intemperie.
Un auto que ha estado parado por mucho tiempo y además expuesto al sol o a la lluvia, puede presentar problemas en su carrocería, como corrosión y óxido, puede tener desgaste de componentes eléctricos y electrónicos, neumáticos y plásticos dañados, o incluso puede presentar problemas en el tubo de escape por fugas u obstrucciones, entre otros.
Si todo está en orden y deseas cerrar el trato, asegúrate de que el vendedor no aumente el precio ni te agregue costos adicionales al final que no se hayan conversado previamente.
Aparte del precio del auto, as deben acordar los costos asociados a la transferencia.
También deben estar de acuerdo sobre el momento en que se hará la transacción monetaria y la entrega del vehículo.
Definir por qué vía se hará la transferencia vehicular: Registro Civil, Notaría o servicios de transferencia en línea ofrecidos por empresas serias.
Autofact es líder en el mercado, proporcionando transferencias seguras en todo Chile. El servicio está operativo 24/7, 100% online, por lo que no es necesario que te rijas por horarios de oficina ni documentos impresos.
Una vez que hayas pagado y tengas los documentos y las llaves, necesitarás un TAG (si estás en la Región Metropolitana) para circular por las autopistas concesionadas.
El TAG del dueño anterior no se transfiere automáticamente. El anterior propietario debe dar de baja su TAG y retirar el dispositivo, mientras que tú debes obtener uno nuevo.
Los dispositivos TAG están asociados a un contrato personal, por lo que deberás ir a una concesionaria con la documentación del auto y firmar un contrato para recibir el dispositivo a tu nombre, siendo tu responsabilidad darlo de baja cuando ya no lo utilices.
Si el proceso de transferencia tarda varios días, el nuevo propietario debe contratar un seguro una vez que el contrato esté notariado.
La responsabilidad recae en el nuevo dueño, aunque el CAV aún no se haya actualizado. Asegúrate de tener un seguro para estar cubierto en caso de cualquier eventualidad durante este período.