En Chile, cuando pagas un litro de combustible, además de su valor de mercado, debes pagar un impuesto (IVA), el cual grava casi todo lo que compramos, desde un chicle, hasta un auto 0 kilómetros; mientras que el precio del litro de bencina o diésel incluye además el Impuesto Específico a los Combustibles, IEC.
Cabe recordar que el IEC se implementó en el año 1985 para financiar la reconstrucción de carreteras y otras obras públicas que habían sido devastadas por el terremoto de ese año. Sin embargo, con el paso del tiempo, el IEC siguió estando, pese a que hoy varias carreteras del país son concesionadas.
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Según un informe que hay en la Biblioteca del Congreso Nacional, el IEC corresponde a un 45,9% del precio de venta del litro de gasolina de 93 octanos. Mientras que es un 23,2% del precio en el caso del diésel.
El mismo informe detalla que desde el 2009 hasta la fecha, el recaudo fiscal producto del IEC, si se comparan los vehículos bencineros y diésel, tiene una relación de 80/20, indicando que el grueso del pago de este impuesto proviene de vehículos a gasolina. El IEC, en promedio, es el 5,3% de los ingresos tributarios totales de Chile.
Para poder combatir las variaciones de precio e intentar que al menos tengan precios estables para el consumidor final, el gobierno creó el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (MEPCO), el cual dividió el IEC en una porción fija y otra variable.
En particular, este mecanismo tributario busca que las bencinas no suban ni bajen fuera del rango de los +/- $6,8 por litro por semana. Cuando el alza es mayor a ese monto, el fisco otorga un subsidio al precio, mientras que cuando disminuye, aumenta la carga tributaria para compensar.
Es importante señalar que las empresas de transporte que utilicen diésel para tareas fuera de calles y caminos públicos podrán gozar de la devolución de una parte de lo pagado por litro de diésel perteneciente al IEC.
El hecho que muchas empresas no paguen impuesto específico, o que se les devuelva, y que este represente casi la mitad del valor del litro de bencina, hace que los usuarios se indignen con la existencia del IEC, ya que culpan al impuesto del valor final de los combustibles, el cual haría un 45% más barato cada litro de bencina.
La existencia del MEPCO, vino a ayudar a que las alzas no sean aún más grandes. Si bien existe el IEC, con el MEPCO se controla que las alzas no sean mucho mayores.
Desde hace más de 20 años que algunos políticos y varios usuarios han querido extirpar este impuesto; pues al ojo de casi todos, es considerado injusto e infundado que exista, ya que todos debemos pagar el IVA cuando compramos algún producto.
Uno de los últimos intentos por exterminar el impuesto específico IEC fue que en abril pasado se aprobó en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución que solicita al Presidente Boric la suspensión transitoria o definitiva de este impuesto.
Fueron 106 votos a favor, 12 en contra y 26 abstenciones las que darían pie a esta iniciativa presentada por la bancada RN.
Los impulsores del proyecto sostienen que más del 70% de las familias hoy tienen un vehículo. Afirman que ya no es un lujo y hoy, el vehículo es una herramienta diaria para ir al trabajo o para hacer otro tipo de tareas importantes.
Con la suspensión o eliminación del IEC, tomando el precio actual de la gasolina, esta bajaría más de $400 por litro.
Hay una cosa que podemos afirmar con seguridad: hay mucha gente que no quiere que exista este impuesto, pues lo consideran un atentado contra los bolsillos. Sin embargo, hasta marzo de 2024 ha sido difícil eliminar, reemplazar o incluso disminuir el IEC… veremos qué pasa…
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