La seguridad al conducir y la emisión de contaminantes son dos aspectos que están regulados en Chile y se supervisan en un trámite anual obligatorio para todo vehículo automotor. Nos referimos a la revisión técnica.
El no tener tu revisión al día es una infracción grave a la Ley de Tránsito, que es penalizada con una multa que puede ir de 1 a 1,5 UTM, es decir, $64.343 y $96.515 según el valor de la UTM en febrero de 2024.
Además, en el artículo 56 de la Ley de Tránsito, se indica que tu vehículo puede ser retirado de circulación y llevado a corrales municipales.
Por otra parte, en el artículo 89 de la Ley se indica que "las Municipalidades no otorgarán permisos de circulación a ningún vehículo motorizado que no tenga vigente la revisión técnica o un certificado de homologación, según lo determine el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones".
Por todas estas razones, es muy importante que estés al día con este trámite obligatorio. Ahora bien, debes saber que la revisión técnica no siempre se pasa en el primer intento, pues tu vehículo debe estar en perfectas condiciones para que no sea rechazada.
A continuación, te entregaremos algunos tips para que chequees que todo está bien con tu vehículo antes de llevarlo a la PRT.
Revisa el calendario de la revisión técnica.
Conoce el estado actual y el historial de revisiones técnicas de un auto usado y muchos datos más con el Informe Autofact.
La alineación y balanceo es uno de los aspectos más fundamentales que tendrán en cuenta en la Revisión Técnica.
Revisa y corrige los errores si notas que tu auto presenta algún tipo de desviación mientras conduces o si el volante no queda centrado cuando está en reposo. A su vez, si sientes vibraciones al andar, también podría haber problemas de alineación o balanceo.
Si tu auto no tiene sensores que alertan sobre el desgaste de pastillas y discos, comprueba que estén en buen estado antes de la revisión. Si mientras conduces notas que el sistema de frenos no funciona al 100%, será mejor que recambies sus componentes. Síntomas comunes pueden ser vibración al frenar, que el pedal del freno se vaya al fondo cuando lo pisas o que el auto se desvía hacia uno de los costados al frenar; peor aún es que los frenos estén largos o que derechamente el auto no frene.
Todas las luces deben funcionar correctamente. Comprueba que cada detalle de la iluminación, desde las luces de posición hasta la de la patente, estén buenas. Ten en cuenta que los focos pueden cambiarse de forma manual, por lo que no es necesario llevar tu vehículo al taller para hacerlo.
Es fundamental contar con las luces altas y bajas adelante, las de iluminación atrás, además de las de freno y retroceso. A ello hay que sumarle la luz en la patente y los 4 intermitentes. Adicional podría haber neblineros u otros tipos de luces adicionales.
Tener los neumáticos lisos es una de las mayores causas por las que se reprueba la verificación. Debes cambiarlos si notas que están gastados en los bordes o si los dibujos no superan 1.6 mm de profundidad, o si tienen cortes importantes, parches o telas que sobresalgan de la rueda.
Si el vehículo se balancea al conducir o el cilindro de amortiguación tiene manchas de aceite internas, es probable que necesite una revisión y ajuste del balanceo y suspensión antes de llevarlo a una Planta de Revisión Técnica.
Debes revisar bien el chasis de tu auto antes de presentarte en la Revisión Técnica. Si tiene algún desperfecto estructural, es recomendable lo repares en un taller antes de presentarte a la verificación.
Para pasar la revisión es fundamental que no salga humo al acelerar o encender, que el motor no pierda potencia ni tampoco consuma demasiada gasolina. Cualquiera de esas tres situaciones impedirían que tu auto apruebe.
No deben estar rotos o presentar trizaduras, por más mínima que sea, ya que las plantas de revisión rechazan cualquier vehículo en ese estado. Tampoco debe haber objetos o autoadhesivos que dificulten la visión. Obviamente, si falta un vidrio tampoco serán admitidos. Además, si tienes cierre centralizado, todos los vidros deben subir y bajar sin problemas.
Todos los espejos deben estar en su sitio y funcionando correctamente, al igual que los limpiaparabrisas y la bocina. Todos estos elementos deben encontrarse en perfecto estado y funcionar adecuadamente.
Los cinturones y demás sistemas de seguridad del automóvil tienen que trabajar bien, especialmente su anclaje o hebilla de sujeción y fijación. Asimismo, chequea que los cinturones no queden escondidos debajo de los asientos. Además, debes contar con el kit de seguridad con todos los elementos que exige el Ministerio de Transporte (extintor de incendio, gata, llaves de rueda, rueda de repuesto, botiquín, chaleco reflectante y los triángulos, entre otros).
Tanto el velocímetro como los demás instrumentos del tablero tienen que funcionar correctamente. Si una luz encendida indicara lo contrario, será motivo suficiente para ser reprobado. Revisa bien que no haya ninguna luz en el panel que indique un fallo, y si la hay, repara dicho fallo antes de presentar tu auto al examen.
Lo mejor que puedes hacer antes de presentarte es revisar que no haya ninguna fuga de fluidos. Si la hay, realiza las reparaciones correspondientes. Además, sería bueno que lavaras el motor para que esté impecable y se note que no hay fugas.
Llevar a cabo estas pequeñas tareas no te costará mucho tiempo, y de esta manera llegarás seguro a la Revisión Técnica y la podrás conseguir a la primera. No es difícil ni costoso, así que, ¡manos a la obra! Si tienes más dudas, te invitamos a revisar las preguntas frecuentes sobre la renovación del Permiso de Circulación.
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