Enfermedades que afectan el manejo: Indicaciones del Libro para la Conducción

El libro para la Conducción y los riesgos que implican las enfermedades

El Libro para la Conducción en Chile, en el capítulo 4: “La persona en el tránsito”, aborda, entre otros temas, los riesgos que implican las enfermedades en la conducción. 

Conducir un vehículo es una actividad que, para que sea segura, requiere toda tu concentración. Poder reaccionar adecuadamente ante situaciones de riesgo es fundamental, siendo necesario que tus capacidades estén en buen estado.

Por esta razón es que las enfermedades pueden representar un riesgo importante en la conducción de un vehículo, ya sea por los síntomas o por los medicamentos consumidos para aliviarlos y sus posibles efectos. 

Sin embargo, se menciona que no todas las enfermedades significan los mismos riesgos para conducir. De modo que estos son, en orden descendente, los casos que representan más ocurrencias de siniestros de tránsito en el ámbito de las enfermedades:

1. Los trastornos neurológicos.
2. Las adicciones a medicamentos.
3. La diabetes.

Además, otras patologías que significan riesgos en la conducción son:

• Enfermedades cardiovasculares.
• Problemas en el sistema motor.
• Artritis.
• Dificultades para escuchar.
• Algunos problemas de visión.

Ante esto, para que la conducción sea una experiencia segura para todos los usuarios de las vías, uno de los requisitos para obtener una licencia de conducir es aprobar un examen médico en el que se evalúan las enfermedades y/o condiciones que pueden afectar la conducción.

Junto con lo anterior, para mayor seguridad, el médico podrá requerir un informe de un médico especialista para tener más antecedentes sobre el caso y poder aprobar o rechazar el proceso.

Por ello, si tienes alguna enfermedad base, es tu responsabilidad informar al médico. Así también, si consumes medicamentos, debes informarte sobre los posibles efectos en la conducción.

¿Cómo disminuir riesgos de siniestros al tener una enfermedad crónica? 

El Libro para la Conducción en Chile indica que, en caso de tener una enfermedad crónica, puedes disminuir el riesgo de sufrir un siniestro si llevas a cabo las siguientes acciones:

• Conocer bien tu enfermedad.
• Conocer los efectos secundarios de los medicamentos que consumes.
• Reconocer los síntomas de una crisis y saber cómo actuar.
• Evitar situaciones que puedan desencadenar una crisis.
• Evitar conducir durante una crisis o en fase aguda de la enfermedad.
• No modificar ni abandonar el tratamiento sin prescripción médica.
• No consumir alcohol mientras consumes medicamentos.
• Consultar con un médico los riesgos de tu patología para una conducción segura.

¿Cuáles son los tres tipos de enfermedades que implican mayores riesgos al conducir? 

Según el Libro para la Conducción en Chile, estos son el tipo de enfermedades con mayor riesgo de afectar nuestras capacidades para conducir un vehículo:

• Enfermedades cardíacas.
• Enfermedades respiratorias.
• Enfermedades neurológicas y trastornos mentales.

Enfermedades cardíacas

Estos son los posibles riesgos para el tránsito, principalmente en fase sintomática y sin el debido tratamiento, de las siguientes enfermedades cardíacas:

• Hipertensión arterial: Mareos, pérdida repentina de conciencia.
• Arritmia: Pérdida de atención.
• Angina de pecho: Pérdida de concentración.
• Infarto: Se aconseja conducir luego de tres meses después del evento.
• Insuficiencia cardíaca: Falta de concentración, somnolencia.

Enfermedades respiratorias

Estos son los posibles riesgos para el tránsito, principalmente en fase sintomática y sin el debido tratamiento, de las siguientes enfermedades respiratorias:

• Rinitis alérgica: Pérdida de atención, pérdida de concentración, menor coordinación visual, irritación ocular.
• Gripe/Resfriado común: Pérdida de atención, pérdida de concentración, somnolencia.
• Asma bronquial: Pérdida de atención, dificultad de movimientos.
• Bronquitis crónica: Pérdida de atención.
• Apnea obstructiva del sueño: Pérdida de atención, somnolencia.

Enfermedades neurológicas y trastornos mentales

Estos son los posibles riesgos para el tránsito, principalmente en fase sintomática y sin el debido tratamiento, de las siguientes enfermedades neurológicas y trastornos mentales:

• Demencias (Alzheimer): Deficiencias cognitivas graves, desorientación.
• Epilepsia: Pérdida de concentración, descoordinación de movimientos, posibilidad de ataques repentinos.
• Depresión: Distracciones (ensimismamiento), somnolencia, lentitud de movimientos, comportamiento errático o imprevisible.
• Trastornos de ansiedad: Impulsividad, pérdida de concentración, pérdida de atención, agresividad.

¿Puedo manejar si sufro de alergias respiratorias? 

Sí, puedes manejar si sufres de alergias respiratorias, sin embargo, debes tomar ciertas precauciones. Si bien, los síntomas más comunes de una alergia respiratoria son muy similares a los de un resfrío corriente, entre ellos:

• Necesidad constante de sonarse la nariz.
• Ojos llorosos.
• Visión borrosa.
• Estornudos.
• Fatiga.
• Dolores de cabeza.

Estos síntomas pueden ser tan cotidianos que no se percibe lo peligrosos que pueden ser al conducir y cómo pueden afectar la seguridad de las vías. Existen antecedentes de que algunos de estos síntomas pueden llegar a producir errores en el cálculo de las distancias, junto con una menor capacidad para mantener la concentración.

Además, los estornudos pueden ser muy peligrosos. El Libro para la Conducción en Chile entrega el ejemplo de un vehículo circulando por carretera a 90 km/h. Durante un segundo de duración, el vehículo recorre unos 25 metros sin que se pueda prestar atención a las condiciones de la vía.

Otro aspecto importante sobre las alergias respiratorias es que algunos antihistamínicos consumidos para aliviar los síntomas pueden provocar somnolencia al volante. 

De modo que, como puedes ver en la imagen, el Libro para la Conducción en Chile entrega los siguientes consejos para personas conductoras alérgicas:

• Intenta no abrir las ventanas mientras conduces, ya que las corrientes de aire con polen pueden aumentar las crisis.
• Trata de no usar aire acondicionado, puesto que también podría provocar crisis alérgicas.
• Mantén limpios los conductos de ventilación y el interior del auto.
• Usa lentes de sol.
• Intenta no realizar viajes muy largos bajo el efecto de algún medicamento. En caso de que esto no sea posible, consulta a un médico si puedes variar los medicamentos o retrasar la dosis.
• Evita conducir al amanecer y por zonas húmedas, debido a las grandes concentraciones de polen.
• No te automediques, consulta siempre a un médico.

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¿Cómo afecta el estrés en la conducción? 

El Libro para la Conducción en Chile indica que el estrés es un “mecanismo de defensa del organismo ante situaciones amenazantes o que demandan un gran esfuerzo”.

Por una parte, una reacción de estrés puede ayudar a superar situaciones adversas, pero por otra, pueden llegar a sufrirse trastornos de sueño, ansiedad, problemas digestivos e incluso infartos.

De esta forma, el estrés no es necesariamente negativo. En cierto grado, puede contribuir a mejorar el rendimiento. Sin embargo, un exceso de estrés puede ocasionar, en cuanto a la conducción:

• Tener reacciones impulsivas.
• Reducir el campo de atención, aferrándose a ciertos pensamientos o acciones.
• Rigidez cerebral y muscular.
• Reacciones incorrectas.
• Darse por vencida ante ciertas situaciones y mostrarse pasivo, contemplando los hechos como si fuera una espectadora.
• Tener reacciones de pánico y efectuar acciones innecesarias o inadecuadas, sin tener posibilidad de resolver por sí misma la situación.

Todas estas consecuencias del estrés son de alto riesgo en la conducción, por lo que el Libro para la Conducción en Chile indica que siempre debes evitar conducir cuando presentas síntomas de estrés, junto con tratar de no llegar a situaciones de estrés mientras conduces.

¿Cómo influye la depresión sobre las capacidades para conducir un vehículo?

La depresión, según indica el Libro para la Conducción en Chile, es una enfermedad muy común en nuestra sociedad, y se caracteriza por “sufrir una alteración del estado de ánimo que trae como consecuencia episodios de apatía, tristeza, decaimiento y falta de energía, entre otros”.

Si sospechas que estás sufriendo una depresión, tienes que acudir a un especialista lo antes posible, para que puedas seguir una terapia apropiada para ti. 

En cuanto a las capacidades para conducir un vehículo, la depresión influye en lo siguiente:

• Los cambios de estado de ánimo provocan que quien conduce esté sumergida en sus pensamientos y no en el tránsito.
• No existe la misma preocupación por parte del conductor de buscar información del entorno, por lo que podría tardar en detectar situaciones de riesgo.
• La depresión tiene mayor probabilidad de sufrir estados de somnolencia y de fatiga, por lo que no se recomienda conducir de noche, durante mucho tiempo, o en entornos monótonos.
• Una persona con depresión puede alterarse con facilidad ante algunas circunstancias y reaccionar de forma impulsiva o desproporcionada.
• La depresión produce inseguridad, lo que facilita cometer errores o comportarse de forma inesperada al conducir.
• El uso de algunos medicamentos para tratar la depresión pueden afectar la capacidad para conducir.
• La presencia de ideas suicidas puede inducir a la persona a provocar un siniestro de tránsito.

*Imágenes obtenidas desde El Libro para la Conducción en Chile de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset).